el vidrio resiste el paso del tiempo

¿El vidrio resiste el paso del tiempo?

 

Ya os hemos hablado de las características del vidrio, de su nobleza como material y los beneficios que tiene su utilización en diferentes ámbitos. Ahora bien, ¿el vidrio resiste el paso del tiempo? o ¿con el paso de los años puede verse afectado

 

El vidrio como material

Desde los inicios del hombre, el vidrio ha sido uno de los materiales que ha acompañado el crecimiento y desarrollo de las sociedades, permitiendo resolver las diferentes necesidades del ser humano debido a su nobleza, su resistencia, su economía, entre otras razones. 

Con el paso de los años, este material se ha vuelto un clásico que no pasa de moda, ganándose un lugar frente a las diferentes tendencias arquitectónicas o artísticas que fueron surgiendo durante la historia. Obras de arte, reconocidos museos, monumentos, y todo tipo de creaciones que nos demuestran que el vidrio resiste el paso del tiempo. Incluso hoy en día es un material que sigue vigente dado el balance perfecto que ofrece entre lo bello y lo útil.

Además, el hecho de ser reutilizable y reciclable le otorga un gran plus frente a otros materiales, dada la tendencia actual sobre la sostenibilidad. Otro motivo para preferir el vidrio como elemento infalible.

 

El vidrio y sus debilidades

¿El vidrio tiene debilidades? La respuesta es sí. Como todo material, el vidrio tiene algunas cuestiones a tener en cuenta. Lo que no contradice que el vidrio resiste el paso del tiempo, dado que una cosa es su fragilidad y otra es su perennidad.

Por ejemplo, el vidrio suele ser enemigo de los choques térmicos. Esto significa que exponer a este material al calor y al frío extremo casi en simultáneo, puede generar su rotura. ¿Pero por qué sucede esto? Pues bien, cuando las fibras de vidrio se encuentran frente al calor se dilatan y cuando se enfrentan al frío se contraen, entonces al exponerlo a una variante térmica de este tipo, es evidente que se romperá.

Otra cuestión es su fragilidad y poca flexibilidad. Estas características lo comprometen frente a un fuerte impacto o una caída, razones que pueden derivar en la fractura de este elemento.

Sin embargo, existen formas de tratar el vidrio para contrarrestar estas “debilidades” y aportar un diferencial respecto a su durabilidad. Por ejemplo el vidrio templado, como os hemos mencionado en otro apartado, posee un proceso químico que le aporta mayor resistencia y flexibilidad.

 

Entonces, ¿El vidrio resiste el paso del tiempo?

Es un rotundo sí. El vidrio es inalterable. Con los cuidados necesarios para evitar su rompimiento, este material perdurará a lo largo de los años intacto, invariable. De aquí la razón por la cual se sigue eligiendo para una multitud de creaciones que nos acompañan en el día a día.